La verdad sobre la ansiedad

– Trastornos del estado de ánimo –

La ansiedad es una experiencia común en la vida de muchas personas. Se trata de una respuesta natural del cuerpo y la mente ante situaciones estresantes o amenazantes. En este sentido, la ansiedad es un mecanismo de defensa de nuestro organismo que nos avisa de los peligros con el fin de que nos pongamos a salvo.

Cuando la ansiedad aparece, también lo hacen una serie de síntomas físicos que pueden hacer que la persona sienta que algo muy grave le está pasando, pero, en realidad, estos síntomas tienen como objetivo ayudarnos a escapar de los peligros o bien ayudarnos a combatirlos.

La ansiedad antiguamente

Históricamente, la ansiedad ha desempeñado un papel crucial en la supervivencia de los seres humanos, ya que nos ha permitido enfrentar y responder a situaciones de peligro o amenaza. Cuando antiguamente vivíamos en cavernas y nos encontrábamos con animales que nos podían atacar, el cuerpo y la mente se preparaban para lidiar con la situación a través de la respuesta de «lucha o huida».

La ansiedad actualmente

Hoy en día, el mecanismo funciona igual, pero ya no tenemos animales que nos pueden matar. Ahora nos enfrentamos, por ejemplo, a entrevistas de trabajo o discusiones, pero nuestro cuerpo se activa de la misma manera que hace millones de años. Por tanto, cuando una persona sufre ansiedad por pensamientos catastróficos o preocupaciones constantes, su cuerpo se activa igual que si un tigre fuera a atacarle.

¿Cómo actua nuestro cerebro cuando sentimos ansiedad?

Cuando nuestro cuerpo percibe una situación como amenazante, el cerebro envía una señal a nuestro sistema nervioso autónomo, el cual se activa de inmediato. Este sistema consta del sistema nervioso simpático y parasimpático, ambos son complementarios entre sí, pero realizan funciones opuestas: el simpático activa el cuerpo y el parasimpático lo desactiva. Cuando el cerebro envía mensajes al sistema nervioso autónomo («No voy a superar este examen«, «Me van a despedir«), este activa el sistema simpático, que envía órdenes a las glándulas suprarrenales provocando que liberen adrenalina y norepinefrina, las cuales aceleran nuestro cuerpo. Al mismo tiempo, el parasimpático frena la activación, neutralizando la adrenalina y la noradrenalina, haciendo que la fuerte subida de ansiedad no dure demasiado. Este mecanismo es el que hace que la ansiedad no suba nunca al infinito: tiene un pico máximo y, después de llegar a él, inevitablemente baja.

¿La ansiedad puede aumentar sin límites?

Como resultado, después de alcanzar su punto máximo, la ansiedad siempre vuelve a niveles normales. Por tanto, la creencia de que la ansiedad aumenta y aumenta sin límites, no es cierta. Asimismo, la ansiedad tampoco tiene efectos negativos en el cuerpo; simplemente es un mecanismo de supervivencia que siempre nos ha ayudado a sobrevivir.

¿Cómo aparece la ansiedad?

Respecto a su aparición, la ansiedad puede desencadenarse por una amplia variedad de factores, como el estrés laboral, los problemas de relación, la genética, los traumas pasados o incluso desequilibrios químicos en el cerebro. Cada individuo es único y las causas pueden variar ampliamente de una persona a otra. Es importante reconocer que la ansiedad no es una debilidad personal ni un defecto de carácter, sino una condición médica legítima que puede ser tratada.

¿Qué síntomas se pueden tener con ansiedad?

Otra de las verdades más importantes sobre la ansiedad es que puede ser debilitante. Las personas que la padecen pueden experimentar una amplia gama de síntomas físicos y emocionales que pueden interferir en su capacidad para llevar una vida normal.

Los síntomas físicos pueden incluir:

palpitaciones cardíacas

dificultad para respirar

sudoración

temblores

dolores de cabeza

problemas digestivos

A nivel emocional, la ansiedad puede manifestarse como:

irritabilidad

dificultad para concentrarse

miedo constante

pensamientos catastróficos

sensación de estar fuera de control

¿Cómo estos síntomas pueden afectar al día a día?

Otra verdad fundamental es que puede afectar todos los aspectos de la vida de una persona. Puede dificultar el rendimiento académico o laboral, interferir en las relaciones personales y sociales, y limitar la participación en actividades que antes eran placenteras. Muchas personas con ansiedad también experimentan una disminución en la calidad del sueño, lo que puede llevar a una sensación de fatiga constante y una disminución de la energía.

Ansiedad beneficiosa vrs. crónica

Así pues, la ansiedad, en su forma moderada, puede ser beneficiosa y nos prepara para reaccionar de manera adecuada ante situaciones de riesgo. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve excesiva o crónica, puede dejar de ser un mecanismo de defensa adaptativo y convertirse en un trastorno de ansiedad. En este caso, la ansiedad se presenta de manera desproporcionada o sin una causa realista, lo que puede interferir significativamente en la vida diaria de una persona y provocar un malestar considerable.

¿Cómo tratar la ansiedad?

Precisa destacar que la ansiedad no tiene una solución única o universal. Cada persona puede encontrar diferentes enfoques o combinaciones de tratamientos que funcionen mejor para ellas. El tratamiento de la ansiedad puede implicar una combinación de terapia psicológica, medicación y cambios en el estilo de vida. La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es uno de los enfoques más comunes y efectivos para tratar la ansiedad, ya que ayuda a las personas a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos y las conductas que contribuyen al mantenimiento de la ansiedad.

La ansiedad NO define a una persona

Aunque vivir con ansiedad puede ser desafiante, muchas personas aprenden a manejarla y llevar una vida plena y significativa. La recuperación es posible y el apoyo social y profesional desempeña un papel crucial en el proceso.

En resumen…

La ansiedad se considera un mecanismo de defensa porque históricamente ha desempeñado un papel crucial en la supervivencia humana al prepararnos para enfrentar situaciones de peligro o amenaza. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve excesiva o crónica, puede convertirse en una condición médica real y compleja que puede afectar profundamente la vida de las personas que la padecen. Sin embargo, es importante recordar que la ansiedad puede ser tratada y gestionada con éxito. Cada persona tiene un camino único hacia la recuperación y el apoyo adecuado juega un papel fundamental en ese proceso.

Si el conjunto de factores descritos te resultan familiares a nivel individual o en una persona conocida, no dudes en hacer un primer paso y contactarnos.

Alicia Ballús psicóloga Psicotet

Alicia Ballús – Psicóloga de Psicotet

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