Recomendaciones para la relajación
– Hábitos y rutina saludable –
A la relajación se le ha llamado la «aspirina» de la psicología y ha sido empleada casi para todo con más o menos éxito. De hecho en la literatura científica existe cada vez más evidencia de la eficacia de los procedimientos de relajación.
La relajación se ha convertido en un componente básico en todos los tratamientos de ansiedad.
Las investigaciones han demostrado la eficacia de los procedimientos de relajación en el tratamiento de muchos problemas relacionados con la tensión (insomnio, hipertensión esencial, dolores de cabeza tensionales, asma bronquial…). Los métodos de relajación se utilizan también como tratamiento coadyuvante en muchas condiciones (la ansiedad de hablar en público, las fobias, la ansiedad intensa, el síndrome de colon irritable, el dolor crónico, las disfunciones sexuales…).
Así pues, una de las condiciones esenciales para la relajación es un lugar que cumpla algunos de los siguientes requisitos:
Mínimo de estímulos auditivos y visuales posibles
Ambiente tranquilo
Temperatura adequada
Luz moderada
También podemos adoptar distintas posiciones:
Tendido sobre una cama con brazos y piernas en forma parecida a una cruz
Sillón cómodo y con brazos, con recomendación de apoyo para la nuca y los pies
Sentados en una silla o banqueta
A preferir, se recomienda no llevar prendas de vestir demasiado ajustadas o complementos que puedan interferir en el proceso de entrenamiento o que sean fuente de una tensión extra.
Más recomendaciones y sugerencias:
1. Pensar que estás aprendiendo una nueva habilidad
Del mismo modo que podrías aprender a conducir o a practicar algún deporte, has aprendido a estar ansioso y ahora vas a aprender a relajarte, aunque esto requiere tiempo.
2. Podrías tener sensaciones «extrañas»
Tales como hormigueo o sensación de flotar. Esto son señales positivas de que te estás «soltando».
3. No debes tener miedo de perder el control
Déjate llevar por el proceso.
4. El aprendizaje de la relajación no es un examen que implique aprobar o suspender
Es muy posible que los efectos tarden en aparecer y esto es normal, ¡llevas mucho tiempo tenso!
5. Práctica la autocompasión
Pues eres libre de dejarlo en cualquier momento. Eres responsable de la situación. Comprueba tu miedo periódicamente.
6. Eres libre de moverte en la silla para buscar una posición cómoda
Aunque no debes hacer movimientos corporales innecesarios o bruscos, ni debes hablar.
7. Puedes mantener abiertos los ojos inicialmente si te sientes más cómodo así
Aunque más adelante debes intentarlo con los ojos cerrados.
8. Podrías hacerte mucho más sensible a las sensaciones asociadas al inicio de la ansiedad y tensión
Éstas pueden utilizarse como pautas para interceptar el inicio de las mismas en el futuro.
Un control adecuado de nuestra respiración es una de las estrategias más sencillas para hacer frente a las situaciones de estrés y manejar los aumentos en la activación fisiológica provocados por éstas.
Unos hábitos correctos de respiración son muy importantes porque aportan al organismo el suficiente oxígeno para nuestro cerebro. El ritmo actual de vida favorece la respiración incompleta que no utiliza la capacidad total de los pulmones.
El objetivo de las técnicas de respiración es facilitar el control voluntario de la respiración y automatizarlo para que pueda ser mantenido en situaciones de estrés.
Después de finalizar el entrenamiento, es conveniente que el sujeto no abandone inmediatamente el sillón de relajación.
Ana San José – Psicóloga colaboradora de Psicotet